Bombas higiénicas

Las bombas higiénicas pueden utilizarse para aplicaciones donde lo principal sea bombear productos delicados, que no deban contaminarse con gérmenes o restos residuales. Esto resulta esencial en la industria alimentaria y de las bebidas. Pero también los procesos farmacéuticos y las aplicaciones industriales especiales exigen bombas higiénicas.

Las bombas higiénicas deben cumplir requisitos especiales en cuanto a los materiales, la calidad de superficie y facilidad de limpieza. No obstante, terminología no es homogénea en este sentido. Mientras que en Europa se habla de bombas higiénicas o hygienic pumps, en Estado Unidos el ámbito norteamericano se habla de "sanitary pumps". Sin embargo, no se acepta un uso paralelo de ambos términos.

Organizaciones como la EHEDG o la 3A Sanitary Standards Inc. analizan las bombas higiénicas y otros objetos de equipamiento en cuanto a su idoneidad. Los certificados EHEDG y 3A son, por tanto, un indicador sobre la ejecución reglamentaria de una bomba higiénica. El modo de proceder de las organizaciones también varía. Los certificados EHEDG se basan en conocimientos empíricos obtenidos mediante ensayos, mientras que los certificados 3A se sustentan en un análisis detallado de la documentación de construcción. Las bombas higiénicas suelen fabricarse normalmente en acero inoxidable de la calidad 1.4404 (316L). Para los medios agresivos resultan interesantes los aceros inoxidables de mayor calidad como el 1.4539 o bien las calidades Duplex.

El objetivo de una bomba higiénica consiste en que no se contaminan los medios bombeados durante el transporte. Así, se vigila que los restos residuales no se incrusten fácilmente en la bomba y que, en caso de producirse, resulte fácil retirarlos. Las bombas higiénicas tienen una calidad de superficie muy alta. Normalmente las rugosidades rondan los 0,8 µm.

Los productos especialmente delicados de la industria farmacéutica exigen incluso requisitos más estrictos, concretamente rugosidades inferiores a 0,4 µm. Las superficies lisas dificultan la creación de capas y facilitan así la limpieza. Las bombas higiénicas deben limpiarse a intervalos regulares. Por lo general, la limpieza se suele realizar con la bomba montada en la instalación. En ese caso se habla de una limpieza CIP, CIP = cleaning in place.

La limpieza se realiza con soluciones y ácidos altamente atemperados aclarando después para alcanzar velocidades mínimas y garantizar una limpieza segura a través de toda la instalación. Debe poderse acceder a todos los componentes sin obstáculos. Por ello es importante que las bombas higiénicas estén fabricadas sin espacios muertos. Las bombas helicoidales de husillo HYGHSPIN tienen una ventaja especial en cuanto a la limpieza. No solo no tienen espacios muertos, lo que facilita la limpieza CIP, sino que también puede utilizarse ella misma como bomba CIP. Esto eliminará la necesidad de usar bombas CIP, válvulas de conmutación y mandos de control adicionales. Asimismo se reduce los costes y el riesgo de que la instalación se averíe.

En el caso de las bombas higiénicas deben tenerse en cuenta muchos detalles. Por ejemplo, para elastómeros deben utilizarse los materiales certificados adecuados y tenerse muy presente la dilatación térmica. Para las bombas helicoidales de husillo HYGHSPIN se utilizan juntas anulares para juntas estáticas, a fin de evitar la inclusión de producto en las ranuras debido a la dilatación térmica.

De forma complementaria a la limpieza, las bombas higiénicas destinadas a aplicaciones asépticas se esterilizan regularmente en la instalación. En ese caso se habla de una limpieza SIP = sterilisation in place. El vapor caliente entre 130 °C y 145 °C mata los gérmenes y garantiza un estado aséptico.